Dos "superhéroes" más reales que imaginarios
- Laraprzjmn
- 6 ago 2019
- 2 Min. de lectura

Todos hemos tenido un ejemplo a seguir, a quién hemos admirado desde siempre. Un cantante, un actor, un jugador de fútbol, un artista... o alguien más cercano. Todos hemos querido ser como. O parecernos a.
Supongo que ahora estarás pensando en tu "superhéroe", quién desde pequeño te ha inculcado valores y personalidad propia. Incluso ha podido cambiar en varias ocasiones.
Hoy quería hablaros del mío. O más bien de los míos. Porque en mi caso admiro a un hombre y una mujer, tal vez más ahora que antes. La edad tiene consecuencias, entre ellas la madurez. O eso dicen. (O eso intento).
Mis dos "superhéroes" no tienen capa, aunque sí poderes. Puede que no sean mágicos, pero son lo suficientemente fuertes como para poder parar cualquier tempestad, por muchos destrozos que ocasione. Mis ruinas siempre fueron reformadas por ellos y en los días grises conseguían que un rayo de sol se asomara por la ventana con la persiana bajada.
También son fuertes. Y muy tenaces. Y nada de lo que venga les frena. Son trabajadores y constantes, además de risueños y divertidos. No siempre trabajan juntos, pues realizan tareas muy diferentes.
Él ayudaba al prójimo en diversos lugares, muchos de ellos lejanos. Con la mejor sonrisa estampada en la cara. Ha debido de ver aspectos de la vida innombrables e indescriptibles, duros de asimilar. Lo más sorprendente es que sus anécdotas son siempre de buenos ratos.
+ ¿Por qué está tan lejos? (Me preguntaba cuando mi razonamiento se basaba en resolver los problemas del libro de matemáticas).
- Porque hay gente que lo necesita más, porque adora su labor y porque, esté donde esté, siempre vuelve a dar lo mejor de él (me respondía ya con los 22 años que mi cuerpo lleva encima).
Ella sí estaba. Siempre ha estado y siempre he encontrado su apoyo. Más en los momentos difíciles y en las decisiones importantes, cuando ponía un poco de orden en mi ya normalizado desastre, mientras me enseñaba a soñar despierta con los pies en la tierra. A conseguir mis metas y a empujarme para no dejar que me rindiera.

Ambos estaban realmente, de una forma u otra. Y lo más importante: siguen estando. Juntos me han enseñado que, para conseguir algo, hay que luchar y no rendirse jamás, que la suerte la escoges tú mismo con tus acciones y tus decisiones.
Como ya habréis adivinado, mis "superhéroes" no tienen nada de cantantes, ni de jugadores de fútbol. Ni si quiera de artistas. Lo podrían haber sido, tal vez, pero decidieron darnos la vida. Y sólo por eso, no puedo estar más agradecida.
Comments