Luis Quevedo, un científico convertido a periodista
- Laraprzjmn
- 23 abr 2019
- 4 Min. de lectura
Al haber crecido con el mundo de la televisión, en la era digital que vivimos hoy en día, me siento una adoptada de las nuevas tecnologías, alguien que obligada ha tenido que aprender nuevas formas de enfocar la vida y dejar atrás aquellas que me enseñaron las primeras reglas de la moral y me mostraron qué son los sentimientos. Una vez adaptada a este mundo que se esfuerza por ser menos humano, pongo la vista atrás para conocer aquella forma de vida que ya tenía olvidada. La televisión sigue existiendo y no es un mero aparato que usamos mientras comemos para que suene de fondo. Es un medio de comunicación o de entretenimiento, depende del uso. Además, existen varios programas que pueden aportar más conocimiento que nuestro móvil mostrando las últimas novedades de Facebook o Twitter.
La ciencia pega saltos de gigante y a nosotros nos cuenta bien poco adaptarnos. Los científicos también se han dado cuenta de eso y no paran de analizar la realidad con la que viven diariamente. Yo he tenido la suerte de compartir ideas con un periodista especializado en este ámbito tan olvidado y menospreciado, Luis Quevedo:
¿Por qué te especializaste en el ámbito científico?
En mi caso la historia fue al revés, yo soy originalmente científico, luego hice un máster en comunicación y más tarde me convertí en periodista, pero ya gracias a la práctica.
¿Te consideras más científico que periodista?
No, por horas de trabajo soy más periodista, especialmente los últimos años. Para ser científico tienes que ejercer y yo no acabé ni mi tesis porque no me gustaba.
En este tipo de periodismo, ¿se necesitan más conceptos básicos o formación? ¿crees que es más difícil en comparación con otros tipos?
Todo periodismo bien hecho puede ser complicado, no considero el periodismo político más fácil que el científico, pero en cuanto a tecnicismo y cultura previa, la cuestión largamente debatida es si para hacer periodismo científico uno debe ser científico. Siempre digo que esto es falso. Uno de los mejores periodistas científicos que conozco son periodistas solo, nunca fueron científicos. La ciencia es un campo enorme, yo, por ejemplo, sabía mucho de biotecnología, pero eso no me ha impedido cubrir temas de astronomía. Es bueno poder tomar la perspectiva del público, porque si sabes demasiado puedes llegar a ser un lastre para el lector.
A eso me refería, ¿es más fácil escribir para un público común de un ámbito científico?
La gente especialista de un diario no tiene nivel. El tema es que hasta donde lo popularizas y cuánto. Puedes leerte el artículo sin ningún problema, no solo tienes que poner lo que llame la atención arriba, sino lo que sea más relevante para tu audiencia. Luego puedes acabar con una conclusión totalmente científica, que se va a entender igual.
La ciencia y la salud, ¿son dos ámbitos complementarios o hay que separarlos?
Son dos cosas muy distintas. En mi caso he hecho ambas además de tecnología, pero cada una es muy distinta a la otra. Los temas y el enfoque de salud no son los mismos que para la ciencia, especialmente para las lecturas canónicas. Hay noticias de salud que pueden interesar al lector científico, pero no es obligatorio.
Usted fue uno de los creadores del programa tres14, ¿cumplió su objetivo?
Sí, además de una manera fantástica y original. Creo que su éxito hay que descargarlo en Ana Montserrat, a quien me costó mucho seguir al principio porque no sabía qué quería hacer y el enfoque que le quería dar. Con el paso del tiempo he descubierto que fue una idea increíble. El programa quiere hablar a alguien que no le gusta la ciencia y debo añadir, que yo prefiero hablar con alguien al que no le guste la ciencia. No entenderla es muy fácil, pero si te la cuentan bien puede ser apasionante. Al igual que puede pasar con el derecho constitucional, cualquier cosa bien contada puede llegar a ser increíble.
¿Es más fácil entender la ciencia a partir de la radio, la prensa o la televisión?
Lo bonito de hoy en día es que, con un coste muy reducido y con un poquito de saber hacer, cualquier proyecto es trasmedia. Yo escribo en una web con podcast que acompañan la lectura y debo tener un ritmo para que el 1% que me lea diga que es interesante. En el caso de YouTube, creo que aún no me ha enseñado nada, pues de lo que pretende la plataforma a lo que hace, hay una distancia abismal. Creo que el formato largo para las cosas complejas es bueno. YouTube es fantástico para llamar la atención, pero solo para eso. Se estimula el paladar del subscriptor, pero no se le alimenta.
En cuanto al tema de la educación, ¿los colegios deberían formar más a sus alumnos en ciencia?
Mi experiencia más próxima está vinculada a los Estados Unidos. Más que en cantidad, mi objeción tiene que ver con la calidad. La ciencia es muy antipática y encima se explica al revés, a través de leyes o problemas y se resuelve porque lo dice un señor mayor, sin un por qué. La educación responde a una estructura de pensamiento religioso, que se aleja mucho del pensamiento científico. Yo he estudiado en facultades de ciencias y de letras y una cosa es el adoctrinamiento que te enseñan en el libro y otra muy diferente es trabajar, llevarlo a cabo.
De cara al futuro, ¿cree que los periodistas van a llegar a estar especializados desde que comienzan su carrera laboral?
A mí me gusta la idea de que se ha empobrecido la marca del medio y paralelamente se ha revalorizado la firma de la persona. Si este paradigma continúa y se hiciese posible, si tuviésemos un sistema de micropagos razonable, estaría bien. Empezaría a importar la persona y dejaría de importar el medio que transmite la información. Esto funciona muy bien en EEUU, la gente tiene su columna que aparece en varios periódicos y les permite ser más razonables en lugar de ver en qué medio les dan un trabajo con un sueldo miserable. Sería el propio periodista el que pusiera el precio a su trabajo.
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